La llegada del verano es el mejor testigo del efecto que causa el mar sobre nosotros. Estamos pensando en las vacaciones de verano y ya nos imaginamos una jornada de playa, un largo paseo junto al mar, sentir la arena bajo nuestros pies y oír las olas. O simplemente tumbarnos en la toalla e impregnarnos con vitamina D. Nos encantan esas sensaciones, y mucho.  ¿Cómo sería vivir cerca del mar durante todo el año y disfrutar de esos privilegios no solamente durante los viajes?
Al querer mejorar nuestra calidad de vida pensamos en comprar una casa junto al mar para tenerla como residencia habitual o de larga estancia. Y esta opción se vuelve cada vez más elegida. Disfrutar del Mediterráneo durante todo el año tiene muchas ventajas:

• Reduce el estrés y mejora la salud emocional. Todos sabemos cómo nos sube el ánimo a la vez que la temperatura. El oír las olas del mar es un buen escudo contra el estrés.
• Más actividad física, mejor humor, Yoga, running, voleibol, paseos al atardecer, paseos en bici, buceo, surf. Hay un sinfín de opciones que se pueden poner en práctica durante todo el año. Un lujo del que podemos disfrutar al tener una casa cerca del mar.
• El agua: fuente de energía. Bañarnos en el mar hidrata y fortalece nuestra piel y nuestro sistema inmunológico, así que es una fuente de belleza natural, y gratis.
• También es una gran oportunidad como plan para la jubilación. Si buscamos tranquilidad, buena calidad de vida, disfrutar del trabajo de toda una vida no solamente durante 3 meses al año, no hay nada mejor que una residencia cerca del mar. Además, la costa del Mediterráneo favorece muchísimo el bienestar general y la salud física y emocional.

Si estás pensando en mejorar tu calidad de vida te esperamos en nuestras oficinas de Valencia y te ofrecemos asesoramiento personalizado.